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Mostrando entradas de 2016

La muerte de Sócrates

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Jacques-Louis David: La muerte de Sócrates  (1787) Óleo sobre lienzo, 129,5 x 196,2 cm. Metropolitan Museum of Art, New York El día que Querofonte acudió al Templo de Delfos y preguntó si había alguien más sabio que Sócrates la respuesta de la anciana sibila fue negativa. Al enterarse éste pasó años buscando la sabiduría en cada persona que se encontraba, y finalmente entendió lo que quiso decir el oráculo: cada actor desempeñaba un papel en el teatro pero ninguno conocía el argumento de la obra. Y mucho menos los sofistas, maestros de retórica que enseñaban a defender cualquier postura a sus alumnos, independientemente de la verdad moral que había detrás. Las conversaciones con Sócrates solían terminar en interrogación para sus interlocutores, ya que ponía en cuestión cada término y los pilares básicos sobre los que la gente sustentaba su vida. Un ejemplo es una conversación con Eutidemo en la que el filósofo le preguntó si el engaño es un acto inmoral. La respuesta de es

DADDY Project

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Yan Xing: DADDY Project  (2011) Performance view. Pékin Fine Arts, Beijing Cuando el espectador entra a la habitación observa al artista de espaldas, mirando hacia la pared, y una cámara entre él y este que retransmite en tiempo real la imagen en una televisión. Durante dos horas Yan Xing le habla a un micrófono y construye un monólogo confesional, una externalización del trauma mediante un relato autobiográfico que se centra en su infancia. Una infancia marcada por la ausencia del padre y de una madre juzgada moralmente por un entorno y una sociedad tradicional en la que no encontró apoyo. Sobre este guión más o menos preparado se superponen elementos improvisados, como las referencias a la visión de su padre fumando fuera de la habitación después de tanto tiempo. El artista no aclara el por qué realiza la acción de espaldas al espectador, aunque quizá la intención es la de jugar con la emoción y la imaginación de este, ya que en última instancia puede ser mucho más evoca

Fuck Off. La disidencia del arte chino en la década de 1990

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En el año 2000, mientras se celebraba la Tercera Bienal de Shanghai, Ai Weiwei y Feng Boyi comisariaron Fuck Off , una exhibición de artistas y obras de la década de los 90 que se encontraban en los márgenes del arte aprobado por el gobierno chino. Debido al impacto y a la naturaleza de algunas obras la policía clausuró la exhibición antes de la fecha prevista y Ai Weiwei, casi desconocido hasta este momento, fue situado de la noche a la mañana en el mapa del arte internacional. Las obras de Ai Weiwei presentes en esta exposición tienen en común su disidencia intelectual con el poder y los regímenes establecidos. En la serie fotográfica Estudios de perspectiva representa un acto físico de desprecio hacia algunos monumentos orientales y occidentales que simbolizan esta hegemonía. A su vez en Coca Cola Vase toma una vasija de época neolítica y pinta encima el logo de Coca-Cola, el mensaje tras esta acción en apariencia vandálica -ya que debido a la demanda hay numeros

Luz solar. Motas de polvo bailando en los rayos de sol

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Vilhelm Hammershøi: Luz solar. Motas de polvo bailando en los rayos de sol (1900) La huella que dejó el movimiento impresionista en los países del norte de Europa ayudó a estructurar la pintura de finales de siglo, aunque siempre con diferentes variantes. En Dinamarca destaca Vilhelm Hammershøi, un artista con un estilo difícil de enmarcar, ya que gran parte de sus lienzos tratan situaciones costumbristas en las que vemos un intento de profundizar en la soledad, la ausencia y el inconsciente. Las personas -normalmente mujeres- que aparecen casi nunca muestran su rostro. Su pintura nos deja retazos de Vermeer y prefigura fragmentos de Hopper y Magritte. Sin embargo he elegido esta obra porque no hay ningún rastro humano, tan sólo el espacio y la luz. Todos hemos despertado alguna mañana con nuestro hogar en silencio, y después de transitar a través de un pasillo en sombra, hemos llegado a una habitación con una ventana y algunos rayos de sol bañando los muebles, el suelo

Camino con ciprés bajo el cielo estrellado

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Vincent van Gogh: Camino con ciprés bajo el cielo estrellado  (Mayo, 1890) Óleo sobre lienzo, 92 x 73 cm. Kröller-Müller Museum, Otterlo El concepto de genio en el arte debido a una gracia innata está ya superado, ya que se asume que los condicionantes históricos, educativos y culturales en los que se ha formado hacen posible que el artista haya llegado a desarrollar su técnica y su talento. Aún con esto nadie puede negar que en todos los ámbitos hay autores que destrozan el marco de su época, de la tradición precedente y de la manera de ver la vida. En julio de 1890, tras varias crisis y ataques muy fuertes de su enfermedad, Vincent van Gogh acababa con su vida en uno de estos paisajes tan recurrentes en su última obra. En mayo de ese año pintaba este lienzo, y en una carta a Paul Gauguin fechada el 17 de junio le escribía lo siguiente: Tengo aún allí [en Saint-Rémy] un ciprés con una estrella, un último ensayo. Un cielo nocturno con una luna mortecina creciente que a

Caravaggio. Las dos cenas en Emaús y su evolución técnica

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Tan sólo siete años después de la muerte de Miguel Ángel, en una Italia profundamente imbuida por la concepción manierista, abre los ojos en 1571 Miguelangelo Merisi -llamado Caravaggio por la localidad donde pasó gran parte de su infancia-, un hombre destinado pese a la tradición artística a impulsar un cambio de estilo naturalista. Con trece años entra durante un periodo de cuatro como discípulo en el taller milanés del pintor Simone Peterzano, el pequeño Merisi adquiere aquí una formación en teoría, técnicas y recursos pictóricos. Al finalizar la formación recorre el norte de la península itálica mientras mantiene su residencia en Caravaggio, desde donde viaja en 1592 a Roma para evadir a la justicia por un delito de agresión, siendo este el origen de su leyenda negra. Baco enfermo (1591-1592) Óleo sobre lienzo, 66 x 52 cm. Galería Borghese, Roma Sus comienzos en la Ciudad Eterna fueron muy duros, sufre estrecheces económicas y vive en condiciones miserables; para s

La tristeza de la Vía Láctea

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Van a quedarme muchas cosas que decirte, pero esta despedida es imperfecta las despedidas nunca son perfectas y siempre son tristes. Andrés Lewin Tengo que decir que no había escuchado a Andrés Lewin hasta que descubrí  Iluminados , la primera canción de La tristeza de la Vía Láctea . Tal vez por eso ha sido tan extraño y me ha afectado tanto el hecho de encontrar a alguien con una sensibilidad tan especial y darme cuenta de que ya se ha ido. Lewin falleció este enero a los 37 años, dos meses antes de poder presentar este disco. Escuché el disco entero esa noche y después tres canciones en bucle: Iluminados ,  After the war  y  Una vuelta del Halley . La cita que abre esta entrada es de la primera, la canción que inicia el disco y gracias a la que estoy escribiendo estas líneas. Voy a dejar al final una interpretación de Conchita en la promoción de un concierto que realizaron muchos de sus amigos músicos, para ponerle voz a la presentación de sus canciones el día 1

La última comunión de san José de Calasanz

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Francisco de Goya: La última comunión de san José de Calasanz (1819) Óleo sobre lienzo. 250 x 180 cm. Museo Calasancio de los Padres Escolapios, Madrid Dios nos ha distinguido entre otros, de lo que damos gracias al que todo lo puede. Carta de Goya a su amigo Zapater (25 de abril, 1787) La simpatía de Francisco de Goya con las ideas de progreso e ilustración que llegaban de Francia, además de la fuerte crítica a la sociedad de su tiempo en su serie Los caprichos han provocado que se le tenga por un hombre poco creyente. Sin embargo su correspondencia personal indica todo lo contrario, expresiones y términos nos lo presentan como una persona profundamente religiosa. En esta obra, realizada nueve años antes de su fallecimiento, logra transmitir ese sentimiento de espiritualidad. Nos presenta a José de Calasanz asistiendo a la que sería su última misa, recibiendo el cuerpo de Cristo con un rostro cansado pero apacible, sin miedo a una muerte que sentía próxim

La pesca milagrosa

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Konrad Witz: La pesca milagrosa (1444) Óleo sobre tabla, 132 x 154 cm. Museo de Arte y de Historia, Ginebra En la primera mitad del siglo XV, artistas italianos y flamencos devolvieron el naturalismo a la pintura. Continuaron el camino que iniciara Giotto desde el simbolismo medieval a la representación más fiel posible de la realidad. Después de la resurrección de Cristo, la escena nos muestra la tercera aparición de Jesús a sus discípulos en el lago Tiberiades, donde según nos cuenta san Juan en su evangelio algunos de los apóstoles y sus compañeros salieron a pescar con escaso éxito. Al amanecer, vislumbraron a un hombre de pie en la orilla que les dijo que echasen las redes al lado derecho de la barca; al hacer esto volvieron tan llenas de peces que ni siquiera pudieron recogerlas. En ese momento el discípulo amado reconoció al Señor, y Pedro, al oír esto, cubrió su desnudez con un vestido y se arrojó al mar a su encuentro. Konrad Witz quiso hacer reconocible el pais

Lamentación sobre Cristo muerto

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Giotto: Lamentación sobre Cristo muerto (h. 1305-1306) Fresco, 200 x 185 cm. Capilla Scrovegni, Padua Giotto di Bondone encabeza la transición de la pintura de finales del Gótico al Renacimiento. Es el máximo representante de la escuela de Florencia, caracterizada por buscar un mayor realismo y distanciarse de la estética bizantina dominante en la época. En la obra vemos el instante posterior al descendimiento de la cruz, con Cristo rodeado por algunos de sus seguidores y san Juan Evangelista en el centro de la composición. La Virgen llora sobre su rostro y María Magdalena lo hace a sus pies. En el extremo derecho están Nicodemo y José de Arimatea, dueño del sepulcro donde sería enterrado. El pintor florentino comienza a lograr avances en la perspectiva, en el naturalismo y la emoción de los personajes. Si nos fijamos podemos sentir el aire que hay entre ellos, la corporeidad de las figuras, sus expresiones de dolor y de tristeza. Incluso los ángeles se ven afectados,

El puente de Trinquetaille

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Vincent van Gogh: El puente de Trinquetaille (1888) Óleo sobre lienzo. Colección Joseph Hackmey, Israel Yo no tengo la culpa de que mis cuadros no se vendan.  Pero llegará el día en que la gente reconozca  que valen más que el dinero que costaron  los colores para pintarlos.   Vincent van Gogh Atardece bajo la sombra del puente en el pequeño barrio francés de Trinquetaille, desde el muelle varias personas observan como los barcos de vela se deslizan sobre las templadas aguas del río. En el fondo del lienzo la lejanía del puente nos hace evocar el tránsito de las figuras y de algún coche de caballos, recortados en la penumbra por la luz amarilla de finales de la tarde. A lo largo del paseo, entre farolas aun sin prender, se respira entre los caminantes la calma que precede a la noche. Todo está hecho, ya nada importa hoy. Nosotros tenemos también esa sensación. Salvo quizá por una pequeña niña que parece perdida y se tapa el rostro con una mano mientras adelanta

Minotauromaquia

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Pablo Picasso: Minotauromaquia (1935) Aguafuerte y raspado sobre papel, 49,8 x 69,3 cm. Museo Reina Sofía, Madrid Lo primero que se nos viene a la cabeza al observar esta composición son Los desastres de la guerra de Goya. La amenazante expresión del minotauro nos evoca uno de sus soldados y la mujer cayendo del caballo una víctima injustificada del conflicto, asumiendo un dolor inesperado, viendo en el filo de esa espada los días pasados, la impotencia de todos los sacrificios de la historia. En la parte izquierda nos llama la atención una escalera y la huida desesperada de un hombre, quizá el marido de la mujer. Es posible que ya hayan pasado años de esto y que ese hombre siguiese adelante, pero lo hizo mirando hacia atrás, con vergüenza de haberse rendido al miedo, de no haber hecho frente a la situación, arrastrando mediante la razón el peso de nuestros instintos de supervivencia. Desde la ventana observamos la melancolía y la tristeza de dos mujeres -acompañadas