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Automat

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Edward Hopper:  Automat  (1927) Oil on canvas, 71,4 x 91,4 cm. Des Moines Art Center El propósito y la finalidad de toda actividad literaria consiste en reproducir el mundo que me rodea como si fuera el reflejo de mi mundo interior. Todo está revestido, relacionado, moldeado y reconstruido de una forma personal y original. J. W. von Goethe El último libro que compré antes de encontrarme inmerso en esta cuarentena fue uno de Hopper. Mientras contemplo la portada veo con asombro como la ciudad se ha convertido en ventanas a su pintura. Paisajes vacíos, personas encerradas dentro de un lugar al que están obligadas a pertenecer, un lugar que trasciende lo físico. Los personajes inmóviles del llamado pintor de la soledad se encuentran encerrados en si mismos, librando una batalla con historias que desconocemos pero que podemos intuir en los demás si prestamos atención a lo cotidiano. Tristeza, hastío, ensimismamiento, corazones que han quedado paralizados en un viaje más al

Santa Catalina y los filósofos

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Goswijn van der Weyden: Santa Catalina y los filósofos (h. 1510) Óleo sobre tabla, 108 x 157 cm. Southampton City Art Gallery Unos años antes de que Constantino promulgase el Edicto de Milán en el 313 y el cristianismo dejase de ser perseguido en la parte occidental del Imperio, el emperador de la parte oriental, Maximino Daia, pide a los ciudadanos que acudan a Alejandría a realizar sacrificios a los dioses romanos. Catalina, convertida al cristianismo y habiendo tenido una visión donde es desposada por Cristo, acude al templo y no sólo se niega, sino que intenta convencer al emperador de su error. Maximino la hace llevar a su palacio para ser juzgada y tras un debate teológico, en el que los cincuenta filósofos del emperador abrazan el cristianismo y son quemados en una hoguera, es encerrada en las mazmorras. En su cautiverio es visitada por la emperatriz, además de Porfirio -el primer general de Maximino- y doscientos de sus soldados; todos se convierten a la fe de Cristo y

Una alegoría protestante

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Girolamo da Treviso: Una alegoría protestante  (h. 1538-44) Óleo sobre tabla. Royal Collection Trust, Londres Debe enseñarse a los cristianos que si el Papa conociera las exacciones de los predicadores de indulgencias, preferiría que la basílica de San Pedro se redujese a cenizas antes que construirla con la piel, la carne y los huesos de sus ovejas. Tesis 50 La indolencia de la Iglesia con sus propios pecados, al mismo tiempo que juzgaba los del resto del mundo, hizo que durante el siglo XVI hubieran diferentes escisiones del cristianismo. La primera y más famosa fue la Reforma Protestante de Martín Lutero en Alemania, que encendió la mecha al colgar sus 95 tesis en la puerta del castillo de Wittenberg. La gota que colmó el vaso fueron las indulgencias que sus emisarios vendían a cambio de salvar el alma de los fieles, todo para poder sufragar las obras de la nueva Basílica de San Pedro en Roma. Si la salvación se podía comprar, ¿que sentido tenía la revisión de concien

Muerte de Lucrecia

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Eduardo Rosales: Muerte de Lucrecia (1871) Óleo sobre lienzo, 257 x 347 cm. Museo del Prado, Madrid ¡Y por el Capitolio que todos adoramos, por esta casta sangre vertida inútilmente, por este bello sol, reserva de cosechas, por todos los derechos que Roma nos procura, por la fe de Lucrecia que hace poco lloraba su desdicha; por este, cuchillo ensangrentado, vengaremos la muerte de tu querida esposa! «La violación de Lucrecia » William Shakespeare En el año 510 a.C. se produce el derrocamiento del último rey de Roma y el surgimiento de la República, que duraría hasta que Augusto proclama el imperio en el 27 a.C. Este hecho lo provoca el suicidio de la patricia Lucrecia, que tras ser violada por el hijo del rey decide despojarse de la vida, al igual que ella ha sido despojada de su honor. Un concepto que afortunadamente en los tiempos actuales vemos que está perdiendo -o debería perder en una sociedad civilizada- su significado en este contexto, pero que en aque

Bioarte. Una dimensión ética --> [Discurso expositivo]

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¿Quieres que te diga la verdad? Me han dado un nombre muy impropio; me llaman “Naturaleza”, y soy toda arte. [1]      Diálogo entre el filósofo y la naturaleza (Voltaire) Si nos remontamos a las fuentes literarias en el marco de la historia del arte occidental, desde la Antigüedad y la recuperación de sus postulados en el Renacimiento hasta la invención de la fotografía vemos que la mímesis de la naturaleza era el más noble objetivo a alcanzar por los artistas. [2] En la Historia Natural de Plinio lo vemos figurado con la historia de Zeuxis y Parrasio, donde el primero engaña a los pájaros que bajan a comerse las uvas pintadas y el segundo revela que la cortina para tapar el cuadro era el propio cuadro, engañando no sólo a los animales sino a la propia percepción humana. En el siglo XIX la fotografía le quita las cadenas de la imitación al arte, que primero con el impresionismo y después con las vanguardias rehace su camino; la fotografía, sin embargo, toma el camino invers