Santa Catalina y los filósofos

Goswijn van der Weyden: Santa Catalina y los filósofos (h. 1510)
Óleo sobre tabla, 108 x 157 cm. Southampton City Art Gallery

Unos años antes de que Constantino promulgase el Edicto de Milán en el 313 y el cristianismo dejase de ser perseguido en la parte occidental del Imperio, el emperador de la parte oriental, Maximino Daia, pide a los ciudadanos que acudan a Alejandría a realizar sacrificios a los dioses romanos. Catalina, convertida al cristianismo y habiendo tenido una visión donde es desposada por Cristo, acude al templo y no sólo se niega, sino que intenta convencer al emperador de su error. Maximino la hace llevar a su palacio para ser juzgada y tras un debate teológico, en el que los cincuenta filósofos del emperador abrazan el cristianismo y son quemados en una hoguera, es encerrada en las mazmorras. En su cautiverio es visitada por la emperatriz, además de Porfirio -el primer general de Maximino- y doscientos de sus soldados; todos se convierten a la fe de Cristo y al igual que los sabios son martirizados, siendo degollados en el último juicio delante de Catalina.

La santa se nos presenta en el centro de la composición, llevando una corona por ser miembro de la nobleza, un libro por su sabiduría y una espada por ser el elemento final de su martirio. Aquí se omite la rueda dentada que se partió al tocar su cuerpo antes de su decapitación y que es habitual en casi todas sus representaciones -aunque si nos fijamos podemos ver la escena en el último friso derecho sobre las columnas, al igual que el resto de episodios en los demás-. Catalina está de pie con una expresión serena que contrasta con la del emperador y el resto de los filósofos, agitados y debatiendo entre ellos, siendo incapaces de rebatir los argumentos de la joven egipcia. Es difícil imaginar la sensación de una epifanía semejante: darte cuenta en un instante de que todo lo que has defendido a lo largo de tu vida de repente se desvanece y el cambio de rumbo te deja desorientado, buscando un faro en la oscuridad.