Eugène Manet en la isla de Wight
Berthe Morisot: Eugène Manet en la isla de Wight (1875) Óleo sobre lienzo, 38 x 46 cm. Musée Marmottan Monet, París |
Berthe vivía su pintura y pintaba su vida.
Paul Valéry
El ensayo ¿Por qué no ha habido grandes mujeres artistas?, escrito por la historiadora Linda Nochlin en el año 1971, contesta a esta pregunta con la conclusión de que no se las ha dejado acceder a la educación ni al estudio anatómico en las academias, por lo que tampoco podían obtener grandes encargos, estando limitadas al retrato, paisaje y bodegones, géneros considerados menores frente a la pintura religiosa o de historia. En la Ilustración comienzan a haber autores que alzan la voz por los derechos de la mujer, y el movimiento feminista en el siglo XIX y XX abrió las puertas en muchos países al acceso a la educación o el sufragio en las mismas condiciones; en la actualidad continúa ya que siguen habiendo brechas de desigualdad y zonas que siguen ancladas en el pasado.
Berthe y Edma Morisot, a raíz de conocer a Édouard Manet por intercesión de Fantin-Latour, se introdujeron en el círculo impresionista y comenzaron a participar en sus exposiciones. Sin embargo, Edma antepuso su matrimonio a una posible carrera artística y abandonó la pintura para dedicarse por completo a su familia. Aunque Berthe se casó unos años después con Eugène Manet, a diferencia de su hermana no tenía ninguna intención de abandonar los pinceles; su marido la apoyaba en su decisión y la posición acomodada de la que venía hizo que el dinero no fuese un problema para continuar pintando.
En la obra vemos a Eugène con una expresión corporal serena en el interior de una casa, mirando por la ventana a dos mujeres que se encuentran frente a un puerto, a un tiempo en el que la igualdad y las oportunidades no estén marcadas por el género o el lugar de nacimiento. La ventana como esperanza, el exterior como liberación, la evocación de la propia artista en la mujer adulta; una figura que le muestra el mar y la luz del mañana a una niña que nacería tres años después de este lienzo, a una niña que después sería Julie.
Si aún no te has planteado enseñar arte... grave error compañero.
ResponderEliminarSigue comunicándote así.
¡Saludos!
Muy interesante la crítica,!!
ResponderEliminarMuy bueno saludos
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