Dos figuras frente a la ventana

Vilhelm Hammershøi: Dos figuras frente a la ventana (1895)

En la obra de Vilhelm Hammershøi -pintor danés que vivió en la segunda mitad del XIX y principios del XX- las mujeres casi nunca tienen rostro, son criaturas atadas por la sociedad, condenadas a una vida que no dependía únicamente de ellas. La familia o el marido son los dueños de su destino, y rastros simbólicos de conceptos como el honor y las apariencias se vislumbran en sus lienzos. Evocamos los pasajes de Austen en Orgullo y prejuicio, la soledad y la falta de dinero que las llevaba a una vida unida a otras sin quererlo; también una prefiguración de La casa de Bernarda Alba y el encierro asfixiante que reflejaría Lorca muchos años después.

En esta obra vemos a dos mujeres mirando a través de los cristales, donde se contrapone el interior frente a la libertad del exterior; la luz es lo único que llega desde afuera, lo único que ilumina la soledad de estas estancias y transmite un poco de esperanza. Las interpretaciones pueden ser muy diferentes, pero los interiores amplios y vacíos de Hammershøi nos evocan los sentimientos de las figuras que aparecen en ellos. Mujeres que desarrollan una vida perenne en su interior, no sabemos si por voluntad propia; tampoco las preguntas que se hacen mientras sueñan a través de las ventanas.

¿Traerá esa luz un futuro mejor?

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