Embarque / Traslado del cuerpo del apóstol Santiago el Mayor

Martín Bernat: Embarque / Traslado del cuerpo del apóstol Santiago el Mayor (1480-1490)
Técnica mixta sobre tabla, 159 x 73 cm. Museo del Prado, Madrid

Santiago de la Vorágine nos cuenta en La Leyenda Dorada que, después de la Ascensión del Señor, Santiago el Mayor predicó por Judea y Samaria; a continuación se trasladó a España, donde siguió con la misión, y dejando unos pocos discípulos volvió a Judea. Tras realizar varios milagros -entre ellos la conversión del mago Hermógenes y su discípulo Fileto- Abiatar levanta a los judíos en su contra y lo conduce ante Herodes Agripa, que lo condena a muerte. En el camino de su martirio cura a un paralítico y un soldado que lo custodiaba, Josías, se convierte y es condenado por ello. Santiago bautiza a Josías y ambos son decapitados un 25 de marzo. Después de su muerte sus discípulos se llevan su cuerpo y se embarcan en una nave sin timón, que Dios guia hasta las costas de Galicia. Al sacar su cuerpo y depositarlo encima de una piedra, esta se convirtió en un sarcófago.

Los discípulos visitan entonces a la malvada reina Lupa, que gobernaba en ese tiempo, pidiéndole un lugar donde enterrar el cuerpo de Santiago; ésta los manda a ver al rey de España, que los manda encarcelar en sus mazmorras. Sin embargo, en una noche cercana un ángel del Señor los libera de su prisión. El rey manda a la mañana siguiente a unos soldados a perseguir a los discípulos fugados; sin embargo cuando los soldados pasan por encima de un puente, este se derrumba y mueren ahogados. El monarca, al conocer estos sucesos, se llenó de miedo y permitió a los discípulos predicar en sus tierras, que terminaron por convertirse a la fe de Cristo.

Tras estos avatares los discípulos vuelven y le piden de nuevo a Lupa un lugar donde enterrar a Santiago. Ella les indica que usen a unos bueyes de un monte cercano para remolcar su cuerpo, sabiendo que eran salvajes y que les podrían atacar; sin embargo hacen la señal de la cruz al verlos y estos se vuelven mansos. Con el cuerpo de Santiago en una carreta tirada por estos animales se presentan en el castillo de la reina, que sorprendida al verlos volver vivos se convierte y les entrega el palacio para que construyan su iglesia y sepulcro.

Santiago el Mayor es enterrado un 30 de diciembre en Santiago de Compostela, en el lugar que sería descubierto en el siglo IX y que a través de este relato -recogido con variantes en la Epistola Leonis, en el Códice Calixtino o en la propia Leyenda Dorada- se convertiría en la Jerusalén de Occidente durante la Edad Media.

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