Una alegoría protestante
Girolamo da Treviso: Una alegoría protestante (h. 1538-44) Óleo sobre tabla. Royal Collection Trust, Londres Debe enseñarse a los cristianos que si el Papa conociera las exacciones de los predicadores de indulgencias, preferiría que la basílica de San Pedro se redujese a cenizas antes que construirla con la piel, la carne y los huesos de sus ovejas. Tesis 50 La indolencia de la Iglesia con sus propios pecados, al mismo tiempo que juzgaba los del resto del mundo, hizo que durante el siglo XVI hubieran diferentes escisiones del cristianismo. La primera y más famosa fue la Reforma Protestante de Martín Lutero en Alemania, que encendió la mecha al colgar sus 95 tesis en la puerta del castillo de Wittenberg. La gota que colmó el vaso fueron las indulgencias que sus emisarios vendían a cambio de salvar el alma de los fieles, todo para poder sufragar las obras de la nueva Basílica de San Pedro en Roma. Si la salvación se podía comprar, ¿que sentido tenía la revisión de concien